domingo, junio 18, 2006

La URSS bajo el mandato de Stalin


En 1924 un cruel dictador tomo el poder: Stalin. Este tirano sometió el conjunto de naciones más grande del mundo a su propia voluntad. Las letras del nombre del Hombre de Acero fueron grabadas con sangre en la historia, y el sufrimiento y el hambre de su pueblo impregnaron de dolor las tierras soviéticas.

El presente ensayo tiene el propósito de demostrar que el régimen impuesto en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas entre 1927 y 1939, tuvo un carácter represivo y a la misma vez revolucionario. Primero se presentarán en forma ordenada algunos rasgos que me permiten afirmar la naturaleza represiva del régimen y luego los rasgos que demuestran su naturaleza revolucionaria.

Como muestra máxima de la implacable represión en la URSS se presenta el carácter burocrático, policial y totalitario que adopta el Estado. El pueblo estaba dominado por el terror que infundía el gobierno, la mano de hierro que encorvaba la espalda, la voluntad y los ideales de la otrora "patria del socialismo". El carácter burocrático del Estado, por cuya eliminación la Revolución tiñó de rojo la tierra, fue personificado por el mismo Stalin y su círculo del poder.


La tiranía del alguna vez llamado Koba llegó al punto de que la opresión sobre la opinión y la libre expresión era absoluta. Nadie podía hablar mal del Estado y aun menos de Stalin. Las familias no gozaban de la libertad de expresar en su intimidad sus opiniones, ya que los espías y delatores abundaban e, increíblemente, los esposos se acusaban entre ellos de traidores a la nación. Obviamente, los fusilamientos estaban a la orden del día.

Se llegó al punto que, a causa de la propaganda y las ideas obsesivas del culto a Stalin, los niños acusaban de traidores a sus padres, quienes eran eliminados, y las criaturas eran llevadas a orfelinatos, donde la idea de “papá Stalin” era ingente.

Quién osara contradecir lo que decía el régimen, era torturado y mandado a fusilar. Sin embargo, no era necesario el contradecir, bastaba ser considerado como “peligroso”, para ser víctima de las Purgas y así desaparecer “misteriosamente”.

Stalin eliminó todo posible peligro “purgando” la sociedad. Miles de personas fueron asesinadas, incluyendo los grandes héroes bolcheviques de la Revolución del 17, la vieja guardia desapareció en el silencio de la represión. Cosa que, a final de cuentas, con la eliminación de miles de oficiales, resultó ser uno de los peores errores de Stalin: la URSS, simplemente, se quedó sin oficiales, sin estrategas, sin gente capaz que la defendiera de la Alemania nazi que se agitaba en el oeste.

La brutal represión del régimen dio paso a las amenazas, las torturas, las declaraciones falsas y los juicios amañados. El asesinato de personajes tales como Bujarin, Kirov, Kamanev, Zinoviev y Trotsky se debe al peligro que representaban para Stalin.

Con respecto a la economía, específicamente con respecto a la Política Agraria, se encuentra la colectivización forzosa de las tierras. Stalin desapareció todos los organismos de la agricultura y cualquier forma de autogestión en el campo soviético. El sistema se basó en 3 tipos de explotación: la propiedad libre, las granjas estatales (Sovjoses) que eran directamente gestionadas por el Estado y los diferentes tipos de Cooperativas (koljoses). Todo esto terminó en 2 sistemas: el sector estatal, y el sector colectivizado (que era el dominante). Por medio de los planes quinquenales se reprimió cualquier idea, reclamo o queja por parte del campesinado y se obligó al cumplimiento de lo indicado. El costo humano fue devastador.

En el aspecto social, tan fuerte era la represión que se llegó al extremo de que se conciban “teorías” que mandaban “sublimar” el deseo sexual. El absurdo mandato se presentaba como “Disuelve tu energía sexual en el trabajo público”.

Stalin no tenía límites, aquel hombre acusado de la muerte de más de 20 millones de personas, que permitió la muerte de su hijo y fue el culpable de la muerte de su esposa, solo puede compararse con Hitler.

Ahora bien, analizaremos el planteamiento que expone que este régimen era revolucionario.


La naturaleza del Estado era la de un Estado Revolucionario, surgido de la Revolución de Octubre; sin embargo, el régimen de Stalin era reaccionario a esto, contrarrevolucionario se le puede decir, surgido de una reacción de un sector privilegiado de la sociedad Soviética: la burocracia del partido y del Estado.

La Revolución de Octubre ocurrió en 1917 y de ahí nació un Estado revolucionario; la reacción burocrática ocurrió en 1924 y de ahí nació un Régimen absolutamente totalitario, antidemocrático.

Así, lo que nace con Stalin no es la Revolución sino la degeneración del ideal socialista. Stalin traiciona la revolución destruyendo todo lo ya construido por Lenin, los bolcheviques y el pueblo soviético. Entonces, se puede comprobar el carácter contrarrevolucionario del régimen.

La dictadura del proletariado terminó siendo una máscara, una degeneración total; tras la cual se escondía un único dictador: Stalin.

El ideal de que la tierra le fuera dada a los campesinos sucumbió; las tierras fueron arrebatadas forzosamente para colectivizarlas: Stalin retrocedió todo lo que Lenin avanzó. Se consagró prácticamente como el nuevo zar y lo antiguo y obsoleto sobrevivió. La falta de cultura y experiencia entre los socialistas trajo como consecuencia que las tareas regresen a manos de los supervivientes del antiguo régimen. La continuidad de lo viejo con lo nuevo se dio inevitablemente.


Analizando la historia, no es esta la única ocasión que tal paradoja ocurre. Solo hay que recordar cómo la Revolución Francesa destruyó la Monarquía, le dio la estocada final a la nobleza para coronar como emperador a Napoleón Bonaparte, surgido supuestamente de las entrañas de la revolución. Tanto la Revolución Francesa, con Bonaparte, como la Rusa, con Stalin, terminaron convirtiéndose en regímenes totalitarios con afanes de dominar toda Europa. Así, demacrados girondinos y los otrora poderosos jacobinos en Francia, y Trotsky y los antiguos bolcheviques en Rusia, vieron con desesperación como se frustraban los ideales por los que habían luchado sus respectivas revoluciones.

Por otro lado, se descuidaron totalmente las necesidades básicas humanas, con la excusa de industrializar y convertir de la URSS una potencia mundial; el trabajo sobre-exigente y la hambruna asolaron el campesinado. Las Granjas Colectivas y las Cooperativas son claras muestras de esto.

Además, para este entonces, no había organizaciones capaces de reclamar lo prometido por la Revolución. Como antes mencioné, la mayoría de las organizaciones agrícolas desaparecieron con la colectivización, sumándosele que los Soviets fueron reducidos a fantoches sin poder. Los sindicatos no funcionaron más. ¿Dónde quedó el ideal de "Todo el poder para los soviets"? Sólo “papá Stalin” lo supo.

Sin embargo, cabe reconocer que entre los años 1927 y 1939 hubo una inmensa mejora económica, debida en gran parte a la Rev. Industrial y el aislamiento al que se somete la URSS. Así se convierte en una monstruosa economía y pasa a ser la segunda potencia mundial. Las mejoras sociales también fueron evidentes, y la Educación, Salud y Vivienda se garantizó.

Para concluir, se advierte que a final de cuentas, la Revolución Rusa sacó a la burguesía y al Zar del poder, para poner a otra burguesía y un tirano llamado Stalin en la cumbre.


En la Revolución Francesa, el proceso similar al de la Rev. Rusa, se llamó la Reacción Termidoriana, que de manera contradictoria llevó el Estado Democrático a toda Europa.

De igual manera, el Régimen “Termidoriano” de Stalin llevó el “Estado Revolucionario”, en medio de la destrucción de todo asomo de democracia, a una buena parte de Europa el Este; generando odio contra el socialismo…

La Revolución burguesa, diría Marx (refiriéndose a la Francesa), fue llevada a Europa al filo de la bayoneta… ¿No habría dicho lo mismo sobre la Revolución Rusa? Claro que, al igual que Trotsky, se habría opuesto implacablemente al régimen Stalinista.


Consecuentemente, lo que se dio en la URSS entre los años 1927 y 1939, no fue un régimen revolucionario, sino que el estalinismo fue totalmente contrarrevolucionario y brutalmente represivo. Se perdió el espíritu de la gloriosa revolución socialista de 1917.


- Belén Ghio

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