miércoles, diciembre 07, 2005

Política Peruana: ¿Por qué la Democracia no nos conduce a ninguna parte?

He visto, no con poco dolor, el estado de la política peruana. Es realmente deprimente. Mientras, en Chile vemos que todos y cada uno de los candidatos, sean de las tendencias que sean, tienen propuestas claras: "quitaremos capital de aquí para invertir aquí", lo único que se dice por aquí es "Ayudaremos a los pobres", "Tenemos que renovar al Perú", &c. ¿Qué es esto por Dios? ¿Es que acaso el Perú no puede ser tratado como un país en el que habitan personas?
El Pueblo escoge a un gobernante. Resulta ser malo. El Pueblo lo detesta. ¡Pero es culpa del Pueblo! ¿Por qué? Pues porque:
1) El Pueblo no tiene el criterio suficiente como para escoger un buen gobernante (producto de la Ignorancia)
2) Ni tampoco el pueblo puede "producir" políticos capaces
Luego, la clase política no hace que el Pueblo mejore ni tan sólo un poco en su criterio, lo que ocasiona que se repita el círculo vicioso. En otras palabras: la mala clase política es la que hace que el Pueblo la siga eligiendo y la haga crecer.
Pero bueno, en el hipotético caso en el que sea elegido un buen gobernante... ¿Podría hacer algo? Lo dudo mucho. Hoy en día está ocurriendo un fenómeno muy extraño: la irracionalización del sistema capitalista está llegando a su punto álgido; que es algo muy parecido a la anarquía.
Se puede ver que ahora los estados no poseen poder. Todo el poder, el capital, está circulando; lo que ha transferido el poder de las Naciones a las Empresas. El único poder que le queda al estado es el de las leyes y el de aplicar la fuerza para que éstas se cumplan (y considerando que hoy en día todas las leyes están a favor del gran capital se puede decir entonces que el único poder que le queda al estado es el del Ejército). En lo demás, el Estado es un estorbo para esta nueva clase de oligarcas.
Por eso dije una vez: "Así Jesucristo entre a la presidencia del Perú, si no se hacen cambios en la política y la administración estatal, seguirá todo igual". En verdad el Perú es uno de los países de los que las potencias capitalistas se alimentan; por ende dependemos de ellos para nuestro progreso: el mismo Alejandro Toledo lo ratifica con su popular frase: "Con las inversiones habrá más trabajo" (lo cual es otra forma de decir: "El Estado es incapaz de producir trabajo y velar por el pueblo: necesitamos ayuda, por más brutal que sea, del exterior). Claro, puede que las inversiones sí produzcan puestos de trabajo; pero pregunto: ¿El trabajo será bien remunerado? ¿Se respetarán los derechos de los trabajadores? Algo llamado experiencia me quiere responder con un monosílabo que empieza con N y culmina en O.
Démosle más poder al Estado: es la única salida. No interesa si toma políticas de centro, izquierda moderada o izquierda extrema; pero no nos podemos volver esclavos, ya no. Mirad tan sólo a la República Popular China (que, dicho sea de paso, es una república socialista): su estado es el que administra todo y va alcanzar, para mediados de este siglo (y no para el 2025 como muchos creen; puesto que la política socialista exige un reparto equitativo de la riqueza; lo cual ralentizará en cierta medida el desarrollo de la industria china), a EEUU.
Señores: el Pueblo es como un enfermo. Necesita de un médico; puesto que la automedicación lleva siempre al desastre. Ese médico ha de ser un dirigente de estado elegido de entre los mejores por los mejores; y, a su vez, ha de saber tomar las riendas del estado y conducir a un nuevo horizonte, educando al pueblo para que la desigualdad no sólo desaparezca en las esferas socio-económicas, sino también en las del conocimiento: porque la democracia se practicará correctamente recién cuando el pueblo aprenda a elegir con sabiduría lo que más le conviene.

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